miércoles, 12 de octubre de 2011

¿Hasta qué punto es aceptable la violencia en el cine?

 La Violencia como elemento dramático


Danny Trejo enseñando sus Machetes
Es verdad que cada vez se vuelve más común encontrarnos con películas que utilizan la violencia para impresionar y capturar la atención del espectador, pero... ¿hasta qué punto es aceptable usar este recurso?

¿Qué es un elemento dramático? Se refiere a algún evento, plano, función, angulación, movimiento, sonido, etc que sea usado para provocar alguna tensión en el espectador, así como cuando nos hacen un acercamiento a una mano con un cuchillo, nos provoca miedo, o cuando nos muestran un emplazamiento de alguien a punto de darle un beso a su pareja, nos provoca exaltación. Por esto no necesariamente nos referimos a una tensión inclinada hacia el miedo o el suspenso, también puede ser hacia la alegría, exaltación, sorpresa, etc. Pero es importante saber que todo elemento dramático debe de tener una justificación y no precisamente 'porque me gusta la sangre', no, no y no... tiene que tener una intención de provocar, de emocionar o de comunicar algo, lo que sea, pero no se pueden poner sólo porque sí.

La violencia es un elemento dramático utilizado a menudo para provocar polémica, angustia, asco u horror en el espectador y hasta estos tiempos no ha dejado de generar estos sentimientos en el espectador, ya que reflejan crudeza e inhumanidad. Como seres humanos, no estamos acostumbrados a ver ese líquido rojo y espeso salir de nuestras venas con mucha frecuencia, y mucho menos pensamos en ser atacados con una pistola o cuchillo muy seguido, y quizá es por eso, que al verlo, nos provoca tanta sorpresa y angustia.

Se supone que para esta parte del artículo debemos de tener bien claro el propósito de utilizar la violencia como elemento dramático en el cine.

Violación y saturación


Al igual que el sexo, la utilización de la violencia se vuelve cada vez más y más común en nuestra pantalla grande, y al igual que el sexo, la violencia se usa para mostrarnos polémica y al ser planos, escenas e incluso secuencias de gran carga dramática, por un momento pueden distraer nuestra atención incluso cuando hayan terminado y un poco más si fueron muy explícitas.

Hay grandes ejemplos de violencia bien utilizada, como es el caso de la mayoría de las películas de Quentin Tarantino, quien suaviza estas escenas con su gran ingenio y rapidez, las muestra dosificadamente y no sólo por ponerlas. Otro ejemplo de una buena utilización de la violencia es el caso de Funny Games, que se basa más en una violencia verbal que causa un mayor impacto a través de gestos y reacciones que mostrando chorros de sangre.

Pero, ¿qué pasa cuando usamos la violencia desmesuradamente?

A todos nos puede pasar, el público se vuelve cada vez más exigente y escéptico y a veces esto orilla a directores a creer que esa es la solución; si el público me pide el doble de sangre, pues se la doy sin más ni más. Tal es el caso de las recientes películas de Gaspar Noé, un fanático de lo explícito a morir, prefiere mostrarnos todo cruelmente a dejarnos un espacio a la imaginación, en "Irreversible" se usa un claro ejemplo de esto, su violencia es tan grave y cruel que en vez de ayudar a la línea dramática de su película, nos distrae de ella y  en cierta manera nos trauma y nos aleja de la película.

La violencia, es un elemento dramático de gran dificultad, porque al parecer, los directores se dejan llevar pensando en que siempre los ayudará, el ser polémicos siempre les traerá grandes aplausos, cuando lo único que hacen es distraer, traumar y distanciar a su público de su verdadero propósito y mensaje.

"Anticristo" de Lars Von Trier, otra que se deja consumir por su
violencia
Ahora, hay que entender que hay una gran diferencia entre las películas de mensaje a las películas al estilo "Hostal" en las que precisamente, no les importa tratar un tema mediocre mientras se muestre mucha violencia desmesurada. Estas películas están hechas para distraer y alejar al espectador porque su propósito no va más allá de eso, de hecho, no hay nada de lo que se pueda distraer al espectador, porque no hay un mensaje más allá de una mancha de sangre y un ojo salido.

En mi opinión, es más importante mostrar otros tipos de violencia, ya que ésta está estereotipada al ser sólo sangre y golpes, cuando una violencia mucho más impactante a niveles psicológicos puede ser a través del gesto frío de algún personaje, como es el caso de Michael Haneke, quien a pesar de ser explícito, logra sus mejores impactos a través de gestos y otras situaciones que no necesitan de una imagen manchada y saturada de rojos, simplemente es su naturaleza dramática el desenvolver un caos construído en la mente del espectador. También es importante recalcar al maestro del suspenso Alfred Hitchcock, quien no casi no necesitó de la violencia explícita para causar horror en los videntes, usaba cosas más ambiguas, dejaba que el espectador echara a volar su imaginación, y de esa manera causaba un mayor y más elegante impacto, uno que no se depura, uno que no distrae y al contrario, construye.

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