sábado, 19 de abril de 2014

her (No es otra tonta película hipster)


Primero que nada, respeto a Spike Jonze y quiero agradecerle plena y concienzudamente a su Director de Arte o 'Production Designer', K.K. Barrett que ya ha trabajado con este aclamado director en otras películas como 'Adaptation' y 'Being John Malkovitch', por su enormísimo trabajo en esta cinta. El problema de esta cinta no radica en el trabajo como director de Spike Jonze, quien hizo un gran trabajo narrativo, sino más bien en su trabajo como guionista que terminó haciendo que me durmiera fácil unas cuatro veces en el arduo intento por ver su más reciente producción.

Pero no puedo empezar a desmenuzar este trabajo sin antes hablarles un poco de qué va. Theodore, un hombre recién divorciado en una era posmoderna de un futuro no muy lejano, con ganas de coger pero no de comprometerse, encuentra en su sistema operativo, Samantha, una extraña y refrescante visión sobre la vida que lo lleva poco a poco a enamorarse del mismo. Al no estar hechos del mismo material físico e intelectual, no tardarán en surgir los problemas entre dos almas que se aman en universo tan lleno de limitaciones y de posibilidades.


Suena bien y pinta bien. Cuando yo vi el trailer, me enfrenté con una maravilla; creía que esta película llegaba justo en el momento correcto para nuestra nueva manera de relacionarnos. Otra (gran) crítica de la poca cercanía que tenemos ya con nuestros sentimientos y relaciones personales, con el contacto físico y la intimidad y cada vez nos retraemos más (cual esquizoides) en un cuarto con una pantalla brillante y nos dejamos hipnotizar por su belleza (de la cual me declaro completamente culpable). Pero no, el mensaje de esta película se refiere más a una oportunidad de amar a lo que sea que se nos ponga enfrente, aunque hace mención muy sutil y satírica, de la automatización de nuestros sentimientos; esta película se centra más en la resiliencia que tenemos para volver a amar y amar a cosas diferentes, que nos permitan volver a maravillarnos por la vida y todo lo que tenemos a nuestro alrededor.

Sigue sonando bien, y más si les menciono que de actores principales tenemos nada más y nada menos que a Joaquin Phoenix quien funge un papel maravilloso como Theodore y a Scarlett Johansson, a pesar de que los hombres no tendrán oportunidad de apreciar sus curvas durante toda la película, tendrán mucho de su ronca y sexy voz (que yo ya terminé por alucinar). Suena aún mejor...
Pero... imaginen la complejidad narrativa a la hora de hacer una película, algo audiovisual, entre un sistema operativo, sin imagen física y una persona. No sólo eso, traten de visualizar que el 80% del filme son conversaciones largas y existenciales entre estos dos personajes. 



A pesar de los arduos intentos de Jonze por no aburrir con esto, no lo logro. Por más interesante que sea lo que Scarlett Johansson tiene que decir sobre la vida y su significado, si no recibimos estimulación física de su parte, en la que podamos ver su reacción emocional, no podemos conectar por completo con ella, no podemos creérnosla del todo; y es realmente una pena porque toda la trama y toda la idea de Jonze se pierde al ignorar nuestra conexión emocional con un sistema operativo que a fin de cuentas, intenta volverse humano.

Plausible, como todo en este blog, el intento de Jonze. Gran obra cinematográfica para aquellos que la consideren como tal y no por nada terminó nominada al Oscar... Vale la pena aprender algo de ella y dejarse llevar por el amor virtual.


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