Con esto de la desesperación femenina por conseguir a un sujeto, sobre todo en estas fechas, sin lograrlo. La mercadotecnia, la Navidad, la televisión y hasta el cine se enfocan en informarle a esta mujer que necesita encontrar a un hombre para poder ser feliz... pero... no, no siempre, ¿o sí?
Pero, no se vayan tan rápido, que, detrás de este mensaje que casi le llega como una revelación a la mujer, durante un día de compras navideñas, viendo a las parejas pasar, se encuentra una gran producción que logró meterle a la mujer toda esta serie de ideas, para que se levante y crea que necesita un hombre, que lo único que le puede hacer bien a su vida en esos momentos es la cálida compañía de un individuo de sexo masculino.
Como finalmente la mujer no consigue pareja, siente que ella, de todas las mujeres en el mundo, es la única soltera que además, no lo merece, empieza a ser fachosa, a dejar sus zapatos y cosméticos por todo el hogar, a faltar a las reuniones con sus amigas, aburrida de que siempre hablen de sus novios y hasta esposos mientras se pregunta a sí misma, ¿por qué chingados yo no me consigo uno así, que me lleve flores y a cenar? Y así, alrededor del mundo, unas 40 mil mujeres se lo preguntan cada minuto, siendo esta una gran GRAN población.
En términos monetarios, esto representa para las empresas e industrias un sector creciente a cada minuto, las parejas se vuelven más efímeras, las mujeres más necesitadas, los hombres más inestables y los matrimonios disminuyen en el mundo y si no me creen, chéquense este artículo. Desde hace años, el perfil de Bridget Jones ha hecho a industrias cinematográficas millonarias y el caso de este año le corresponde a la 'cineasta' argentina Paula Schargorodsky a quien yo consideraría una de las mujeres más astutas del universo, quien decidió subir a la red un 'documental' que se volvió viral en unos días.
Y si todavía no captan de qué hablo porque su nombre es bastante enrededado, quizá recuerden su terrible pronunciación al inglés en un video llamado '35 años y soltera' que seguramente sus amiguis en Facebook ya se dedicaron a compartir (y hasta etiquetarlas [qué oso]) en el que muestra su vida como una mujer fracasada, al igual que muchas, en las cuestiones amorosas. El 'documental' transcurre con su infancia, sus relaciones fallidas, sus papás regañándola y ella finalmente dándose cuenta de que no necesita de nadie para ser feliz. Y no sé si yo fui a la única mujer que, aparte, amante del cine, a la que cuentan el cuento chino de que la mujer es cineasta y de que ese video es un 'documental', me pregunté a mí misma: ¿Así de huevos?
Así de huevos hago un 'documental' sobre lo absurda y patética que es mi vida sin una línea dramática definida como es el caso de un documental, en el que es preferible que se retrate desde la visión de otra persona para que la información no se sesgue, así de huevos... Pues al parecer sí, no basta más que poner un tema en boga para que yo me vuelva reconocida y triunfe en el New York Times por tener una vida patética.
El punto aquí no era tanto el cinematográfico porque realmente no hay nada de cinematográfico en este video, sin embargo, esta mujer le dio en el clavo a la necesidad de la mujer, que, quedada a los 35 años necesita que le sigan recordando que no necesita de nadie para hacer lo que quiera, y sobre todo, para quererse (perdón por la autoayuda). Y es por eso que, aunque no me pareció su acto de fungir como algo que no es, oséase directora de cine, respeto su estrategia para escalar la cima.
Perdón, me emocioné poquito.
Véanlo si no me creen...
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