miércoles, 2 de febrero de 2011

La perturbadora historia del "Cisne Negro"

"I just want to be perfect"

Creo que ya son demasiadas las críticas de esta película en estos momentos, pero ahí les va otra para que en verdad se animen a ver este experimento visual que ejerce en sus espectadores una fuerza que los mantendrá desde el principio hasta el fin al borde de la butaca.

No sé si a alguno de los lectores les suena "La Pianista" una película francesa que de sólo recordarla me dan escalofríos... Pues durante toda mi hermosamente perturbadora estancia en la butaca viendo "Black Swan" recordé la escalofriante historia de "La Pianista" y no es realmente una comparación porque claro que las dos películas son obras maestras, pero es una de esas sensaciones tan extrañas de parentesco en el personaje de Nina y Erika que me dejan en duda de si tengan algo que ver.

Por si acaso, les reitero la historia de la película que trata de una bailarina que vive en un ambiente de muchas presiones, especialmente porque su madre es una bailarina frsutrada y ella, una bailarina estrella. Cuando el director de la compañía decide montar una nueva versión de "El Lago de los Cisnes", ella se ve angustiada por conseguir el papel de El Cisne, pero conforme esto pasa, las presiones entre compañeras, madre, director de la compañía van creciendo a un ritmo acelerado.

Esto no es una película de bailarinas normales que se rompen el tobillo y su carrera termina. Este filme nos toma por sorpresa a todos porque sabemos perfecto de lo que habla, alguna vez nos hemos sentido como ella se siente (aunque no a ese nivel) y creo que es por eso que esta película ha tenido gran impacto, porque a diferencia de la otra favorita "La Red Social" que habla de una persona con problemas de lujo y lo trata desde un punto en el que sólo un nerd se identifica, "Black Swan" parece tan similar a nuestras situaciones, que en algún punto de la película todo espectador debe sentirse identificado.

Es cierto que la historia está narrada con una maestría que claro, el director nunca nos ha hecho dudar de sus capacidades a la hora de conducir algo tan bello como esto. Hasta me atrevo a decir que Aronofsky acaba de filmar su obra maestra, sí, más que Requiem porque lo creo identificado de igual manera con la historia, se siente tan tangible su dedicación y acuerdo con el argumento que está más que claro que lo hizo con más motivos que el ganarse miles de premios.

Si hay alguna emoción que cabe mencionar, perdura en la película, es la angustia. El pasaje a través de esta historia nos presentará imágenes tan vívidas y exaltantes que llamarán mucho la atención, planos y movimientos que aumentarán poco a poco nuestra tensión y esta vez felicito al sonidista porque simplemente hizo un trabajo excelente que creo que gran parte de esa intriga que se crea en nuestros estómagos es parte por la combinación tan excitante de sonidos. Y bueno, esta vez tengo que decir que la música es fantástica pero distrae por lo hermosa que es, háganme caso y verán que en algún punto de la película se empezaran a guiar por el maravilloso score y las composiciones del maestro Tchaikovsky.

¿Qué más puedo decir, si para mí es perfecta?
Esta vez, no pido aplausos, sino el hincarnos ante Portman y Aronofsky incluso ante Kunis que tiene un papel exquisito en la película y hasta se propone el ser muy deseable la mujer.
Y en sonido nominaron a SALT en vez de a Black Swan, qué mamada...


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